When your brain is Game Over. An Erasmus' life.: El viaje, primera parte.

jueves, 8 de septiembre de 2011

El viaje, primera parte.

Miércoles 7 de septiembre, día clave, es el día del famoso viaje. Después de despedirme de mi gente, de recibir como regalo una piruleta de corazón gigante y de no dormir nada, me voy a Lieja de Erasmus. Así que aquí empieza la aventura.

Fui al aeropuerto de Sevilla en coche, con mi familia, a las 4 de la madrugada ya que el vuelo salía a las 7. Llevaba yo dos maletones llenos de ropa, pensando que pesaban algo más y tendría que pagar por cada kilo de más. Pero bueno creía que podía llevar 20 kilos por bulto así que iba conforme, hasta que llegué allí y pesaron las maletas. Resulta que no podía facturar más de 23 kilos, gratuitamente claro. Estos de Vueling que no especifican las cosas correctamente y así ocurrió que tuve que dejar una maleta, pero antes de eso, imaginaros lo que tiene que ser ver a alguien con dos maletas abiertas en el aeropuerto, pasando ropa de una a otra, un pantalón para un lado, un camiseta para el otro y entre tanto intentando que la ropa interior no saliera volando. Aquello fue un espectáculo y sólo era el principio. Me esperaba ese vuelo a Barcelona, luego el de Bcn- Bruselas y luego la tarea de llegar a Lieja sin saber muy bien cómo. He de reconocer que no sé si los vuelos fueron buenos o no, me quedé totalmente dormida, así que supongo que no estuvieron mal después de todo. Aun así, lo más gracioso de esto era que el muchacho que pesó mis maletas me dijo que tendría que pagar cada kilo no sólo en el aeropuerto de Sevilla, si no también en el de Barcelona, porque tendría que volver a facturarla, lo que suponía que si el kilo son 10 euros ya tendría que pagar el doble. Me resulta raro, ya que yo compré el vuelo Sev-Bru, así que supongo que Vueling me timó, pero un poquito nada más.

Cuando llegué a Barcelona fui a por la maleta ya que me dijeron que la tendría que volver a facturar. La maleta no apareció por ningún lado. Yo estaba ya cagándome en todo lo cagable. Cuando pregunté en el mostrador de Vueling me dijeron que yo no podía volver a facturar la maleta por el simple hecho de iba directamente a Bruselas, ya que el vuelo era Sevilla-Bruselas. Me acordé del muchacho de Sevilla y de su familia, tanto la que vive como la que no. Así que, para relajarme un rato llamé a mi madre por teléfono para decirle que ropa de la que se fue de vuelta me tiene que mandar por correo, pero con la mala memoria que tengo y mi madre que para describir algo usa el mínimo de palabras posibles, imaginarme cada prenda era complicado, porque no sabía de qué me hablaba. 

Lo malo de todo esto es que pase como cuatro horas muertas allí en el aeropuerto hasta que saliera el siguiente vuelo. Aun así, me alegró saber que, había un muchacho, Marc, que hacía el mismo vuelo que yo y que tenía como destino la misma ciudad, y aún mejor, que habla francés. Vi el cielo abierto cuando lo supe. Lo más gracioso es que, él no sabía mi nombre, sólo conoce mi nombre del Facebook, menos mal que no le hizo falta llamarme a gritos en el aeropuerto, que si no…Mientras estuve allí decidí comer algo, más que nada porque me moría de hambre, pero de todas formas, casi muero desangrada con los precios, pero era de esperar. Lo que no era de esperar es que se me cayera parte de la comida al suelo, sin querer tiré un vaso que tenia algo de fruta. Al menos había comido ya algo, y tampoco podía lamentarme, tenía ya que embarcar, así que seguramente hubiera tenido que tirarlo o algo. 

Y ya en el avión, como no, me dormí y crucé la frontera totalmente sopa y con la boca abierta, por lo cual creo que mi dignidad la perdí en algún lugar de Europa.

1 comentario:

  1. ro, jajaja me he partido el culo leyendo tu viaje, jajaja pobre dignidad tuya, cuidatela coña ya, espero mas

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