Después de tanto tiempo mi Erasmus ya se acaba. Y en todas estas semanas he estado haciendo mil cosas de clase. Que si dibujos, maquetas, proyectos… Pero al menos ya todo eso terminó. Porque realmente piensas que nunca va a llegar ese día, sobre todo cuando te pones enferma justo en el momento en el que más cosas tienes que hacer, o cuando tu sistema operativo decide dar problemas días antes de una entrega, que los programas no quieran funcionar correctamente y exploten antes de que guardes los cambios, que el ordenador se caliente y se apague y no lo puedas encender hasta un día después, que haciendo maquetas te cortes tú mas que cortar el material, que te pegues los dedos con super glue, que te quemes haciendo experimentos, que imprimas y las cosas no salgan como tienen que salir…Gajes del oficio lo llaman. Pero es peor cuando los planos se convierten en monstruos devoradores de personas en tus sueños y te fustiguen con las cotas. O que sueñes que te pasas la noche haciendo líneas en Autocad, para los que no sepan, es un programa para hacer planos de edificios y tal. Un horror más que una locura.
Aunque no todo ha sido estrés.
También fiestas internacionales en las que ya no sabes en que idioma hablas y
más si has bebido, que salgas una tarde para llegar a casa al día siguiente y
que cuando te montas en el bus el conductor te mira con cara de saber que has
estado de fiesta casi un día entero. Que estando de bares a ti te dejen entrar
en uno pero a tus amigos no. Que estando en un bar alguien te meta la mano por
dentro del pantalón. Que te pare un chico por la calle que parece haberse
escapado de Fama, un armario cuatro puertas, con el pelo a lo afro, gafas de
sol amarillas, de estas super modernas de pasta; y te diga que le gustaría
tener una novia como tú, que si quieres serlo; y pensar que es lo más cerca que
has estado de tener una relación en bastante tiempo, son cosas que suelen pasar
por estas tierras. Que el tiempo atmosférico cambie en un solo día de un sol
infernal a estar en medio de un diluvio y temer que aparezca el capitán
Pescanova por alguna parte. O irte de picnic a otra ciudad y llueva, y acabes
comiendo en un banco, bajo un árbol y sin manta de picnic. ¿De cuando en los picnics
no hay manta? Un picnic sin manta, ni es picnic ni es na’…
Estos últimos meses han pasado
muy rápido, tanto que ya la gente se empieza a marchar. Todo el mundo ya tiene
un billete de vuelta y una fecha que pone fin a esta aventura. Y se hace raro
porque bueno, ya te acostumbras, como cuando te acostumbras al frío belga y
temes por tu vida cuando regreses a España y su calor veraniego. Porque aquí el
verano nunca llega. Yo creo que esa estación del año aquí no existe.
Y yo, solo sé que mi año
académico Erasmus terminó, pero no sé cuando pondré fin a este capítulo. Aun
quedan muchas cosas por contar y muchas por hacer. Lo que no sé es si seguiré compartiéndolas
o no. No sé en que punto terminará mi año Erasmus. Pero por de pronto solo
puedo decir que yo también te echaré de menos ‘malaguita’. Buen viaje.
Yo no tengo clara una cosa; ¿has terminado el Erasmus o no?
ResponderEliminarEn teoría sí. Estoy aquí para hacer un curso académico y ya lo terminé. Lo que no sé es cuando me vuelvo porque quiero seguir viajando. Por eso digo que no sé cuando voy a terminar el año. Y por eso digo que no sé si lo compartiré.
EliminarAhhhh, vale, ahora entiendo. ¿Cómo se va a acabar esto así? ¡Eso tienes que compartirlo! :D
EliminarBueno no sé...lo que quiera la gente...
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